Según datos oficiales, 99.8% de las 4.2 millones de unidades económicas en México son consideradas PyMEs y aportan alrededor de 42% del Producto Interno Bruto en México. Con estos datos podemos comprender que las Pequeñas y Medianas Empresas son esenciales para la economía de México, se vuelven aún más imperativas si tomamos en consideración que estas generan 78% del empleo en el país. Estas empresas tienen un papel muy importante que jugar si se quiere lograr un desarrollo económico que vaya a la par con estos tiempos de globalización y crecimiento.
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Ahora más que nunca las PyMEs tienen un gran potencial de crecimiento causado por las grandes oportunidades de comercio internacional. Estas oportunidades se han hecho accesibles con diversos tratados de comercio y las múltiples vías y métodos de transportar productos o insumos. Es por eso que dar el salto de local a internacional es más alcanzable de lo que muchos piensan.
Cada negocio evoluciona y se desempeña globalmente de una manera diferente sin embargo identificamos cinco pasos que ayudarán a comenzar el recorrido sin importar el giro de la empresa.
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Etapa 1. Conocimiento = Seguridad: obtén el conocimiento que te dé la seguridad de ir al extranjero.
Muchas PyMEs que tienen el potencial de exportar se quedan enfocados a sólo desempeñarse domésticamente porque se sienten inseguros o simplemente no creen que sea posible perseguir oportunidades fuera de su país. El primer paso para volverse exportador es acumular conocimiento sobre los mercados de otros países y cómo abordarlos efectivamente. Es recomendable fortalecer con redes y contactos internacionales que te ayuden a complementar tus conocimientos, sin embargo, la manera más efectiva es obtener experiencia en carne propia.
Etapa 2. Sé práctico: aprende información funcional sobre hacer negocios en el extranjero.
Una vez que se tenga conocimiento sobre las oportunidades que hay en el extranjero, el siguiente paso es lograr obtener negocio y, a través de esto, aprender sobre prácticas útiles de exportación. Al obtener este conocimiento, las PyMEs podrán superar las barreras que les impide lograr una exportación exitosa. También se les recomienda que comiencen a buscar financiamiento y maneras de reducir el riesgo de crédito ya sea con una organización privada o gubernamental que te apoyen para cargar con estos riesgos. Tener información sobre tratados de comercio como el T-MEC también es vital para poder tomar decisiones informadas.
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Etapa 3. Comienza a pensar y a actuar como un negocio grande e intrépido.
Para aprovechar las oportunidades económicas en un ámbito foráneo, el siguiente paso que las PyMEs exportadoras exitosas deben dar, es comenzar a actuar y a pensar como un negocio internacional. Esto significa dejar huella en diversos mercados, quizá a través de agentes o distribuidores que te apoyen en la exploración de nuevos países con potencial de alto crecimiento. Para lograr esto, es esencial desarrollar una estrategia internacional que incluya planes de expandir su presencia en existentes y nuevos mercados al igual que comenzar la planificación financiera para crecer en el futuro.
Etapa 4. Riesgo y ganancia: invertir para crecer.
El siguiente paso que debería dar un negocio internacional es invertir para llevar el negocio al extranjero utilizando su estrategia internacional como mapa para dirigir cómo, a dónde, y qué logrará la inversión. Existen muchos modelos de inversión, desde abrir un punto de venta hasta hacer una franquicia, es por esto que se recomienda considerar cuidadosamente la opciones que beneficien y protejan en contra de cualquier riesgo. Es importante considerar los modelos y la cultura de inversión de los mercados que se estén examinando, ya que esto ayudará a conseguir mercado y demanda.
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Etapa 5. Completar la transformación a un negocio verdaderamente global.
El último paso de la travesía es manejar y operar como un negocio internacional. Esto incluye desarrollar modelos de negocios y una estructura corporativa que permita observar y liderar el panorama completo en todos los mercados foráneos en los que se participa. Esto permitirá que la empresa o negocio sufra menos percances y logre superar la barreras que aparecen mientras el negocio crece. Una empresa puede operar desde una oficina regional donde se pueden hacer negocios y procesos comerciales dentro del territorio, la cual también permite mantener la identidad de la marca. Siempre se debe tener en cuenta los riesgos de reputación empresarial ya que afecta directamente las relaciones internacionales. Cuando la empresa se establezca, con el tiempo podrían apoyar a nuevos exportadores, ayudando a las empresas emergentes a internacionalizarse.
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Muchas PyMEs puede que estén en la primera o segunda etapa y requieren de un pequeño empujón para lograr dar el salto de local a internacional. Para ayudarte a dar ese impulso (o incluso comenzar desde 0) existen aceleradoras de empresas que te pueden ayudar a crear conexiones, asegurar que los estándares de calidad estén al nivel, y prepararte para el crecimiento a nivel global, entre muchas otras cosas.
La internacionalización exitosa de las PyMEs levanta la economía del país y le da presencia en el ámbito internacional.
Ahora ya sabes que llevar tu PyME al extranjero es más sencillo de lo que parece, ¿Qué esperas para dar el salto?
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