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El mundo está en constante movimiento,
siempre cambiando, es por ello que todas las cosas con el tiempo se vuelven obsoletas; la tecnología, la moda, incluso mentalidades y costumbres. Las empresas no son inmunes a este fenómeno y es por eso que por más seguridad y comodidad que tengas, nunca debes de detener la innovación en tu negocio.

Existen tres tipos principales de obsolescencia dentro de una empresa o negocio que se deben evitar a toda costa si es que se quiere crecer o incluso sobrevivir en el mundo de los negocios. 

Obsolescencia de producto:
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Es lógico que para mantener un negocio primero se tiene que tener un producto o servicio que tenga demanda. Un ejemplo muy famoso es la quiebra del conocido Blockbuster, que se dedicaba a rentar dvds y VHS de películas, series, documentales, y videojuegos en tiendas físicas. Cuando Netflix entró a la competencia de proveer entretenimiento con una idea innovadora, la empresa Blockbuster nunca imaginó que sería el comienzo de su ruina. Confiado en la lealtad de sus clientes y en la falta de internet suficientemente rápido, Blockbuster ni se esforzó en innovar su producto. Las películas físicas inevitablemente se volvieron obsoletas cuando el internet subió de capacidad y velocidad para soportar sin problemas el streaming de Netflix, el cual ofrecía la misma cantidad de opciones de entretenimiento que Blockbuster a un precio accesible y en la comodidad de casa. La falta de innovación y la creencia de que el mercado se adaptaría a su producto en vez de adaptar su producto al mercado, llevó Blockbuster a la quiebra. ¡Que no te pase! Es muy importante estar pendiente de las tendencias y modas del momento. Por ejemplo lo de ahora es lo ecológico y las personas se inclinan cada vez más a favorecer negocios que demuestran interés por cuidar el ambiente. Tu producto o servicio tiene que moldearse a lo que los clientes quieran o necesiten, lo cual cambia con frecuencia, es por eso que necesitas tener como objetivo innovar constantemente o prepararte a morir. 

Obsolescencia operativa

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La obsolescencia operativa tiene un gran alcance y abarca todas las áreas funcionales dentro de una empresa o negocio; tecnología, procesos, capital humano, cultura organizacional, entre muchos otros. Sin embargo, no se puede entender la obsolescencia operacional en esta era tecnológica sin tocar el tema de la transformación digital. La obsolescencia administrativa es muy común sobretodo en empresas mexicanas o tradicionales. La gente mayor batalla para hacer el cambio tecnológico que los tiempos requieren para no quedarse atrás. La transformación digital es un proceso que puede parecer tedioso, sobretodo cuando se necesita capacitar a una gran cantidad de personal, sin embargo, una vez implementado el uso intenso de la tecnología habrá mucha más accesibilidad y eficiencia en todos los procesos administrativos. 


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Desde hacer evaluaciones, recolectar datos, hacer reportes o cotizaciones, mandar y recibir órdenes de pago, conectarse con clientes al otro lado del mundo, incluso abrirte las puertas a un mercado internacional; la tecnología puede ser lo que lleve a otras alturas un negocio o… puede ser lo que lo lleve a la quiebra. Cada vez más empresas hacen el cambio y si tu empresa no lo hace, ya no será compatible con las necesidades de tus clientes. Por ejemplo si el cliente quiere mandar una orden de pago y la empresa sólo tiene fax se vuelve inconveniente para el cliente, el cual puede que comience a buscar otro proveedor que sí se haya adaptado a la tecnología; es por eso y mucho más que vale la pena invertir en la tecnología. 

La obsolescencia de operaciones puede ser desde tu línea de producción hasta las condiciones en las que tus trabajadores laboran. Hacer uso de viejas mentalidades o quizá restringir a tus colaboradores a espacios pequeños y sin libertad de expresión no hace a una empresa muy atractiva para trabajar. Esto a su vez causa que las personas con talento que vale la pena contratar... no lleguen. También si no se actualiza en equipo o no se está al tanto de los nuevos materiales o procesos que logran más producción a menor precio, puede que los competidores con el tiempo comiencen a ofrecer precios mucho más bajos con los que no se pueda competir. 


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Evita la obsolescencia de operaciones acercándote a los expertos, buscando maneras de sacarle el máximo provecho a la tecnología y mantente al tanto de los cambios en el mundo de los negocios y procesos industriales.

Obsolescencia de mercadotecnia:

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Como ya hemos mencionado, la sociedad está en constante cambio. Esto incluye la mentalidad, gustos, prioridades, intereses, etc. lo que influencia directamente la manera de comprar de los clientes. Utilizar modelos anticuados para propagar tu marca cómo anunciarte en el periódico, hacer volantes, o comprar un espacio en un espectacular no son del todo malas prácticas sin embargo tienen un alcance muy limitado y tienen la idea de que entre más gente lo vea es más probable que le llegue al cliente correcto. Sin embargo, ya existen maneras mucho más efectivas para llegar a las personas con más probabilidad de que se vuelvan clientes. La estrategia “inbound marketing” por ejemplo, utiliza el internet y métodos en la redes sociales para llegar a los clientes correctos y no perder energía, tiempo y dinero en publicidad con poco alcance.

Estos fueron los tres tipos de obsolescencia que debes evitar si quieres que tu negocio no muera. Si necesitas ayuda para renovar tu negocio existen programas de “aceleradoras de negocios” que te ayudan a reformar y reinventar tu negocio y lo preparan para competir en un mercado internacional. 


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Si te quedas quieto, te van a atropellar…no esperes más ¡comienza a innovar ya!