¿Tienes entrevista de trabajo en puerta? ¿Estás tan nervioso que te comes hasta las uñas de tu perro? ¡No te preocupes! Con estos 5 consejos puedes solucionarlo:


1. Investiga, investiga, investiga… como si fueras detective privado. ¿Qué hace la empresa? ¿Es estable? ¿Tiene sucursales? ¿Cuándo se fundó? Este tipo de información tiene un doble propósito: primero ver que sea una empresa afín a tus intereses y planes de vida, y si lo es, enviar el mensaje de que estas tan interesado en pertenecer a ella que te tomaste el tiempo de conocerla. Es muy común que el candidato pregunte al final de la entrevista “Oiga, ¿y aquí que hacen?” Sepárate de la multitud preparándote bien.


2. Arregla tu ropa una noche antes. Tu conjunto debe ser discreto y profesional, asegúrate de no andar pegando botones de último momento o descubriendo manchas indeseadas. Pruébate la ropa con anticipación para que sepas que si te queda bien todavía y, principalmente, ¡que no parezca que salió huyendo de la planchada! 


3. Localiza el lugar y sal con tiempo. Si no sabes dónde está localizada la empresa, ve un día antes de la entrevista. A veces Google Maps nos puede jugar una mala broma y llegamos tarde por su culpa y sinceramente no creo que el entrevistador vaya a justificar tu llegada tarde porque el choque en la esquina te haya retrasado.


4. Prepara tus preguntas para el final de la entrevista. Es importante que revises a conciencia el puesto para el que estás aplicando, te servirá de guía para hacer tus preguntas cuando sea tu turno. También demuestra al entrevistador que te has preparado y no estás haciendo las preguntas que se te ocurren en el momento, o peor aún, no haces ninguna porque tienes el coco en blanco. Puedes hacer preguntas tales como: ¿qué espera de la persona seleccionada en el corto, mediano y largo plazo?, ¿cuáles son los principales retos del puesto?, ¿es un puesto de reemplazo o de nueva creación? También puedes preguntar acerca de la empresa, sus planes de crecimiento, etcétera.

5. ¡Sonríe! No hay nada mejor que un candidato con buena actitud. Si te programas mentalmente para que sea una buena entrevista, ten por seguro que así será. En todo momento mantén contacto visual y tu energía en el nivel óptimo. Al despedirte, da las gracias a tu entrevistador con un apretón de manos y una sonrisa en los labios. Te aseguro que dejarás las puertas abiertas.

Está en tus manos seguir estos consejos y al hacerlo tendrás un mayor control de tus emociones porque te sentirás mejor preparado. ¡Adiós nervios!


Autora: Inés Velasco - Reclutamiento y Selección de Personal - Sigma Solutions

Corrección de Estilo: Alba Nidia Batista