En algún centro de negocios de seguro has sentido ese escalofrío, la sensación provocada por atravesar un día más las puertas de tu trabajo. Tal vez incluso sientas que es como entrar en una máquina del tiempo, que te lleva de regreso al siglo XX.
¡No te estás volviendo loco!, aquí hay 3 indicadores de que tu centro de negocios sigue en el siglo pasado:
1. Aún te consideran máquina
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Probablemente éste sea uno de los indicadores más evidentes. Si como empresa aún tratas a tus empleados como recursos, sigues estando en el siglo pasado.
Este nuevo periodo ha ido cada vez cambiando más la percepción que tienen las empresas sobre la fuerza de trabajo. Las personas son individuos con sus necesidades y metas personales —sin mencionar que tienen derechos.
Ahora también se reconoce que los centros de negocios son ambientes sociales al que asisten personas que ofrecen un servicio o realizan un producto mientras conviven entre ellos; no simplemente una especie de fábrica de esclavos sacada de la película Metrópolis.
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2. Aún trabajas en la Matrix
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¿Recuerdas cuando Neo se escabulle de su oficina mientras Morfeo le da indicaciones desde el teléfono? Bueno, esos espacios de oficina quedarán inmortalizadas en películas como La Matrix. Sin embargo, cada vez hay menos centros de negocios que distribuyen a su personal de esta manera.
El siglo XXI trajo una revolución infraestructural necesaria por las mismas razones del punto anterior. Como seres humanos, necesitamos más que un cuarto de 4x4 en tonos grises para ser productivos sin sacrificar la felicidad y paz mental.
Por esta razón, los centros de negocios más innovadores están saliendo de la matrix, renovando sus espacios de trabajo o contratando membresías que ofrezcan oficinas en renta con áreas de relajación para sus colaboradores.
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3. Aún juegas para un equipo
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¿El argumento de “no te pones la camiseta” sigue vigente en tu centro de negocios? Esta frase es una macabra manera de hacer sentir culpables a los empleados por no trabajar horas extra sin paga. Así es, esto es un indicio de que no llegaste al siglo XXI junto con todos los demás.
Si aún eres un empleado uniformado, estás en el siglo anterior. Los centros de negocios innovadores no tienen tiempo para preocuparse de la vestimenta de sus colaboradores. De igual manera, aceptan la individualidad de sus empleados, permitiéndoles pintarse el cabello, tener tatuajes o cualquier otro ornamento físico que exprese su forma de pensar.
No permitas que te expriman como un limón, al menos de que te toque una buena parte de la limonada.
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El primer paso es la aceptación, ¿estás listo para saber qué debes hacer para renovarte?
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